El obstáculo para que se levanten las suspensiones y se restablezcan las compras se llama Hugo López-Gatell
El desabasto de medicamentos en los hospitales públicos es, con mucho, uno de los problemas más graves que generó este gobierno por sus decisiones equivocadas ante sospechas de corrupción que nunca documentaron ni acusaron. El desmantelamiento del sistema de compras que funcionaba en sexenios anteriores y la falta de conocimiento y de un plan alterno para comprar y distribuir las miles de medicinas que demanda el sector salud federal para tratar las enfermedades de los mexicanos, fue la principal causa de que en los últimos tres años, millones de pacientes de todos los estados de la República, lo mismo niños con cáncer, diabéticos, hipertensos, personas con VIH/sida o pacientes de enfermedades renales, vieran interrumpidos sus tratamientos, terapias y procedimientos, con un deterioro grave de su salud y en algunos casos hasta la muerte.
Ante el retraso en la compra de medicamentos por parte de la UNOPS, que aún no logra traer a México más del 40% de las claves de medicamentos que demanda el sector salud, entre ellos las sustancias oncológicas que se necesitan para las quimioterapias de niños y adultos con cáncer, desde la Secretaría de Salud hay quienes buscan reactivar la producción suspendida en laboratorios nacionales y la compra de medicamentos y sustancias a la industria farmacéutica nacional, aunque según comentan fuentes de alto nivel de la Cofepris, el principal obstáculo para que se levanten las suspensiones a la producción en laboratorios mexicanos y se puedan restablecer las compras del gobierno a estos, se llama Hugo López Gatell.
La paradoja de toda esta historia es que el mismo subsecretario que se niega a otorgar la vacuna contra el Covid a niños mexicanos, bajo el argumento de que “tienen menor riesgo de muerte”; el mismo que nos decía a inicios de la pandemia que esto era “una enfermedad menor que va a pasar pronto”; el que estimo los escenario más catastróficos de muertes por Covid en 60 mil mexicanos, cuando hoy han muerto ya más de 315 mil según la cifra oficial y hasta más de 500 mil según las cifras de mortalidad excedente de la Secretaría de Salud; el que calificó a los niños con cáncer y a sus padres que exigen medicamentos y protestan como “golpistas”, es el mismo que ahora tiene parada la producción de las sustancias oncológicas en laboratorios nacionales. ¿Por qué? Porque le da la gana y porque se lo permite su jefe y defensor, el presidente.