¿Por qué nos da miedo la nueva secretaria de Economía Raquel Buenrostro?

Raquel Buenrostro , la culpable de sembrar el miedo con su terrorismo fiscal, de la falta de citas en el SAT y aquella que es responsable de la muerte de niños con cáncer por su incompetitividad en el suministro de medicamentos.

Los ya tres años de desabasto de medicamentos que vivimos en México, comienzan con Raquel Buenrostro. Al mando, entonces, de la Oficialía Mayor de Hacienda, se convirtió en el cancerbero que buscaría exprimir hasta el último peso en el proceso, a favor de la #4T.

Sin conocimiento alguno sobre el proceso de adquisición de insumos para la salud, vaya, sin conocimiento del sistema de salud, Buenrostro se asumió como una dura gerente de compras que buscó minimizar la utilidad de los proveedores, sacrificando los beneficios al paciente.

El impacto negativo de Buenrostro en el proceso de compras, se resume en dos acciones: 1. Los “estudios de mercado” en los cuales se invitaba a un proveedor a hablar, para que transparentara sus costos haciéndole pensar que le sería asignada la compra, de este modo obtenía el menor precio posible por parte del proveedor y era el que se tomaba como referencia para la licitación. Entendiblemente, la mayoría de los concursantes rechazaron participar ante ese precio de referencia y el proveedor invitado había sido engañado.

Al analizar el sistema de compras y distribución de medicamentos, que desconocía, Buenrostro “descubrió” la existencia y el papel de los distribuidores, decidiendo ignorar la importancia de sus conocimientos y capacidad logística. Para ella, eran simples intermediarios de este modo, en el razonamiento más simplista de los procesos comerciales gubernamentales, decidió que, al eliminar a los distribuidores (“intermediarios”) del proceso, se obtendrían ahorros inmediatos de más de $30 mil millones de pesos. Obviamente esto nunca sucedió.

Tres años más tarde, Juan Ferrer , se atreve a decir en su comparecencia ante los diputados, que ya no faltan medicamentos, pero (pequeño detalle) que es lo que falta por resolver es… la distribución.

Al hacerse cargo del sistema de adquisiciones de medicamentos, la misión de Buenrostro era sólo una: devolver la mayor cantidad de dinero posible a las manos de la #4T. En el camino, millones de pacientes se han quedado sin tratamientos, en la peor crisis de salud de México.

Al final, ni siquiera se obtuvieron los “ahorros” esperados. Hoy se compra menos, se compra más caro, se compra mal y en medio de una impresionante opacidad.

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